Un análisis crítico de los procesos de institucionalización autoritaria en el cono sur latinoamericano con el objeto de determinar la especificidad de las formas de control social, sobre todo en lo que hace a sus manifestaciones jurídicas. Si el autoritarismo tradicional se caracteriza por una ruptura entre un derecho liberal y una praxis violenta que constituye su antípoda y negación, el resultado de las investigaciones desarrolladas por el autor demuestra que bajo el nuevo autoritarismo dicha contradicción tiende a desaparecer. Un derecho autoritario refleja más fielmente la violencia ejercida desde las estructuras de poder. En definitiva, se parte aquí del supuesto de que solamente una adecuada comprensión de los hechos ocurridos en el período estudiado permitirá la búsqueda de formas alternativas de control social profundamente respetuosas de la democracia y de los derechos humanos.