Modelos para armar

No existen federalismos idénticos ni un modelo general que sirva de referencia o punto de partida. Los países federales cuentan con historias, trayectorias, discontinuidades, instituciones y procesos que los vuelven experiencias únicas e irrepetibles. Las comparaciones pueden ayudarnos de diferentes formas. Nos pueden permitir prevenir con más claridad las consecuencias de la adopción de acuerdos concretos. A través de la identificación de similitudes y diferencias puede prestarse atención a ciertos aspectos de los acuerdos adoptados, circunstancias que de otro modo pudieran pasas desapercibidas. Más aún, las comparaciones pueden sugerir lecciones positivas y negativas; se puede aprender no solo de los éxitos, sino también de los desaciertos de otras federaciones y de los mecanismos y procedimientos que han empleado para afrontar los problemas. La idea de comparar, entonces, consiste en un esfuerzo constante de generalizar, descomponer, desagregar y volver a hilar aquellos puntos significativos de cada una de esas trayectorias que puedan representar un aprendizaje, una fortaleza institucional o una experiencia de coordinación digna de ser estudiada y, con particularidades, asimilada en otros contextos. es una obra colectiva inédita en cuanto a su tamaño, que ha exigido dos años de trabajo colaborativo de científicos sociales de cinco continentes y casi una veintena de universidades, unidos en el desafío de pensar al federalismo como herramienta preferente para la gestión del Estado en el siglo XXl. Esperamos que esta propuesta sirva de referencia para futuros estudios en la materia y como insumo para la gestión de las instituciones políticas, la docencia universitaria, el análisis científico y la divulgación de un tema actual y con centralidad en las agendas de las principales cátedras de Derecho y Ciencia Política del planeta.